Ser periodista en el año 1888 y poder contarlo
Han pasado ya las primeras cinco Crónicas de Sarandi. Relatos con Historia sarandiyense, de esa Historia que nadie nos había contado y que descubrimos en el trabajo realizado por la prensa que se escribió en 1888.
Continuamos compartiendo parte del fruto de casi dos años de investigación y búsqueda que aún continúa. Hago un breve paréntesis para agradecerles a Uds. lectores, por permitirme compartir una parte de nuestra idiosincrasia, de encontrarnos con nuestro Sarandi del Yí de antes, ese mismo Sarandi que para todos nosotros estuvo en algún momento de nuestras vidas tan disfrutable y tan cerca.
A Don Pepe le dimos un changüín
Cuando en octubre de 2003 comenzaba a indagar la prensa sarandiyense escrita hace 117 años, sabía que lo que recorría con mis ojos eran documentos muy importantes. EL SARANDI no solo fue la primera publicación sarandiyense, sino que le ganó también a algunos medios gráficos de renombre a nivel nacional.
En páginas del periódico número 4 se publica un renglón con la siguiente información: "El 28 del que corre (Mayo de 1888) aparece en Montevideo EL DÍA, redactado por el Sr. Batlle y Ordóñez". Los periodistas sarandiyenses se dieron el lujo de anunciar el nacimiento de una carta de prensa que más tarde sería uno de los medios gráficos más importantes de nuestro país.
Desembarco de los 60
En la misma sección denominada "A Granel", encontramos este otro dato curioso: "El 18 de Mayo desembarcaron 60 cajones de libras esterlinas para el Banco Nacional". Hagamos volar nuestra imaginación hasta llegar al puerto de Montevideo y veamos como se descargan los cajones que contienen el vil metal, transportados por ese buque inglés... a esto también me lo anota, por favor.
Desde la sala de teletipo
Gracias a Samuel Morse, el Telégrafo eléctrico fue algo así como la red de redes del siglo XIX. Era la forma más rápida de hacer llegar información desde un lugar a otro muy distante, pero además fue muy utilizado por la prensa porque la información llegaba escrita, lo que facilitaba el trabajo con ella. Debemos tener en cuenta, además, que en 1888 Sarandi del Yí todavía no tenía teléfono. Para hablar de esto, te llamo la semana que viene.